Uno de los factores que separa a muchas plantas para su mejor estudio es la clase, porque ayuda a determinar específicamente las características que la definen ya sea por su estructura o funciones, para ello se han creado clases:
Magnoliópsida o también llamadas Dicotiledóneas
Liliópsida o también nombradas Monocotiledóneas
Los botánicos las han separado porque por más mínima que sea la diferencia entre una planta y otra, puede cambiar drásticamente sus funciones y por consiguiente, su clasificación.
Magnoliópsidas: Dicotiledóneas: el embrión emite dos cotiledones al crecer, hojas primordiales que sirven para proporcionar alimento a la nueva plántula y que, por lo general, no se transforman en hojas adultas. Las piezas florales de las dicotiledóneas se presentan en múltiplos de cuatro o cinco y las hojas suelen tener nerviación reticulada. El tejido vascular de los tallos se dispone en anillos y produce verdadero crecimiento secundario, que determina el aumento de diámetro de tallos y raíces.
Liliópsidas: Monocotiledóneas: una de las dos clases de plantas con flor son casi siempre herbáceas y a ella pertenecen plantas muy conocidas, como lirios, azucenas, orquídeas, gramíneas y palmeras. Piezas florales dispuestas en grupos de tres; un solo cotiledón u hoja de semilla; nerviación de la hoja casi siempre paralela; tejido vascular formado por haces dispersos en el tallo; y ausencia de crecimiento secundario verdadero.
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